El domingo 8 de octubre se celebró la fiesta de inauguración del curso 2017-2018. .
Se inició con la celebración de la Eucaristía a las 19 h, que presidió el párroco, Don Ramón. Durante la homilía explicó el origen y los antecedentes del proyecto pastoral que la parroquia quiere poner en marcha; además, comunicó y explicó LA VISIÓN, meta u horizonte de la parroquia del nuevo proyecto evangelizador: “Acompañándonos en comunidad hasta llegar a ser discípulos misioneros para la evangelización de nuestro mundo y su transformación en el Reino de Dios”. Animó a todos los asistentes a aprender, interiorizar y apostar por esta visión de parroquia. Después de la comunión, un miembro del Consejo Económico, Enrique, manifestó que la parroquia es de todos y por ello pidió a la comunidad parroquial que hiciera un mayor esfuerzo económico para costear la finalización de las obras de salones y despachos y para sufragar los crecientes gastos de la parroquia. En la Eucaristía también se pidió por la pronta recuperación del vicario parroquial, Don Luis José, que unos días atrás fue operado.
Después de la Eucaristía se preparó una merienda-cena para todos los participantes en los salones recién reformados. Tanto la Eucaristía como la merienda-cena aglutinaron a muchos mayores, adultos y jóvenes de la parroquia. En un clima festivo, alegre y fraterno los jóvenes ayudaron a repartir la comida y bebida en la merienda-cena.
Quisiéramos agradecer al equipo de liturgia y coro la preparación y animación de la Eucaristía, y al equipo de mujeres de la parroquia y a los jóvenes su trabajo y compromiso en preparar, servir y recoger la merienda –cena. ¡Es un don de Dios y motivo de satisfacción y felicitación contar con una familia parroquial tan servicial y comprometida con la parroquia! ¡GRACIAS PARROQUIANOS DE LA MADONA!
"El día de la Inauguración de La Madona el grupo de jóvenes tuvimos la tarea de involucrarnos en el servicio de catering. Así pues, cada joven tenía su puesto en la sala: unos se encargaron de las bebidas, otros de recogida, otros reponiendo comida... Todo fue muy fluido gracias a que todos sabían cuál era el objetivo: acoger a los miembros de la parroquia creando un ambiente juvenil, lleno de servicialidad y amistad.
Se percibió el espíritu voluntario y de iniciativa de cada uno, hubo constante comunicación y apoyo entre todos; ante un imprevisto ya estaba alguno encontrando medios para resolverlo. Todos supieron estar ahí por los compañeros, como grandes eslabones de una cadena.
Y gracias a Dios, la noche salió redonda; fue como estar en familia."
Tesa Calcasolaf
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